El proyecto en Tierras Altas, Chiriquí, busca fortalecer la productividad y sostenibilidad de la agricultura hortícola mediante el desarrollo de tecnologías de biocontrol y estrategias innovadoras que minimicen el uso de plaguicidas sintéticos, alineándose con objetivos de soberanía alimentaria y responsabilidad ambiental. Este enfoque incluye el microencapsulado de organismos benéficos, uso de feromonas para control de plagas, y la validación de nemátodos entomopatógenos y abonos orgánicos para mejorar rendimientos y control de gasterópodos. Se espera crear formulaciones estables de nemátodos y hongos entomopatógenos, identificar patógenos clave por cultivo, y validar feromonas y abonos orgánicos efectivos para distintos cultivos de hortalizas. Los resultados serán diseminados a través de días de campo, publicaciones, y talleres, involucrando directamente a los productores y técnicos locales. Beneficiando a 250 productores directamente y a un amplio espectro de actores del sector agropecuario, este proyecto tiene el potencial de mejorar significativamente la producción hortícola en la región, impactando positivamente en la calidad de vida y salud ambiental