El programa TRANSFORMA-INNOVA busca impulsar la transformación hacia una economía de baja emisión de carbono y resiliente al clima en Costa Rica, alineándose con las metas del país para ser neutral en carbono en 2050. Mediante la promoción de prácticas sostenibles en sectores agrícolas clave como el café, la ganadería y las musáceas, el programa fomenta la producción de bajo carbono y la conservación de la biodiversidad. El programa trabaja en fortalecer la gobernanza, el financiamiento climático, y el desarrollo de capacidades para la implementación de estas prácticas en sectores productivos. El programa tiene un enfoque integral que incluye la formación técnica, la creación de comunidades de práctica y el apoyo financiero para la implementación de tecnologías sostenibles. Además, busca facilitar la inclusión de mujeres y jóvenes en las cadenas de valor, fomentando prácticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoren la resiliencia al cambio climático. A través de iniciativas como la NAMA ganadería, se prevé la implementación de buenas prácticas en cientos de productores, contribuyendo significativamente a los compromisos climáticos de Costa Rica.

El proyecto busca incrementar la productividad de los sistemas lecheros en las regiones del Cauca en Colombia y Manabí en Ecuador mediante la implementación de estrategias de producción climáticamente inteligentes. Este proyecto, ejecutado por diversas universidades e instituciones de investigación en colaboración con el sector privado, tiene como objetivo mejorar la eficiencia de la producción lechera, mitigar los efectos del cambio climático y promover la seguridad alimentaria en estas regiones. Las acciones incluyen la caracterización nutricional de los sistemas lecheros, la implementación de prácticas sostenibles y el desarrollo de tecnologías que permitan una mayor rentabilidad y sostenibilidad de las actividades ganaderas. Al finalizar, se espera mejorar en al menos un 20% la productividad lechera, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y fortalecer las capacidades locales para una ganadería más resiliente y ecoeficiente, contribuyendo así al bienestar económico y social de las comunidades involucradas.

El proyecto se enfoca en fortalecer la producción lechera en Panamá, donde el 96% de las lecherías son pequeñas y medianas fincas que enfrentan desafíos tecnológicos y de manejo. A pesar de que la producción nacional no satisface más del 40% de la demanda, se identifica la leche como uno de los rubros prioritarios por su potencial para mejorar la competitividad, la soberanía alimentaria y la reducción de la pobreza. Este proyecto pretende desarrollar diversas tecnologías y estrategias para mejorar la calidad y eficiencia de la producción lechera, incluyendo la optimización del ensilaje, el manejo sanitario y reproductivo del ganado, y la gestión sostenible de excretas. Además, se creará una base de datos para evaluar el rendimiento y los costos de producción de forrajes, y se desarrollará un modelo de finca innovador que integre estas tecnologías. Beneficiará directamente a 200 ganaderos y 100 extensionistas, e indirectamente a más de 1,675 productores de leche y a estudiantes de agropecuaria, potenciando así la oferta de leche de calidad en la región.

La Estrategia tiene como objetivo transformar de manera sostenible las cadenas productivas de carne y leche en Costa Rica. Busca mejorar la productividad, rentabilidad, y bienestar animal, al mismo tiempo que se mitigan los efectos del cambio climático a través de la adopción de buenas prácticas en la producción, manejo de suelos, y restauración ambiental. Además, promueve la adaptación climática mediante la implementación de políticas alineadas con las metas de descarbonización del país, siguiendo el modelo NAMA de cero emisiones. Esta estrategia es resultado de un proceso participativo que involucra a diferentes actores del sector público y privado, así como instituciones académicas y de investigación. El enfoque está en fortalecer la gobernanza, coordinar acciones entre los actores claves, y promover innovaciones tecnológicas que permitan la sostenibilidad en el largo plazo. El plan incluye la creación de una agenda de investigación aplicada, la adopción de tecnologías sostenibles, y la generación de esquemas de financiamiento que faciliten la transformación del sector ganadero. La implementación de esta estrategia se organiza en cuatro ejes de trabajo que cubren desde la investigación y la innovación, hasta la mejora en la producción primaria y el acceso a mercados.

El Plan tiene una visión prospectiva de 20 años y busca mejorar la competitividad, formalización, compromiso ambiental, y desarrollo territorial de la cadena láctea en Colombia. Está estructurado en cuatro ejes principales: Productividad y Competitividad, Formalización y Desarrollo Social, Compromiso Ambiental, e Institucionalidad. Cada eje contiene varios objetivos estratégicos diseñados para abordar desafíos específicos de la cadena láctea, tales como mejorar la sanidad e inocuidad de los productos, fortalecer la investigación y la innovación, y mejorar la gestión ambiental y normativa. El objetivo final es que en 20 años la cadena láctea colombiana sea un sector competitivo, formalizado, ambientalmente sostenible, y con una oferta diversificada de productos lácteos que sean preferidos tanto en el mercado nacional como internacional.

El Primer estándar de sustentabilidad para predios lecheros nacionales es una herramienta de gestión diseñada para fomentar prácticas más sostenibles en la producción lechera en Chile. Desarrollado por el Consorcio Lechero bajo el programa Chile Origen Consciente, con apoyo del Ministerio de Agricultura y el IICA, este estándar abarca aspectos sociales, ambientales y económicos, organizados en 10 áreas prioritarias, incluyendo gestión del suelo, agua, biodiversidad, bienestar animal, y gestión económica. El objetivo principal es identificar, implementar y certificar buenas prácticas que promuevan la sustentabilidad en la producción lechera, ofreciendo a los productores la flexibilidad de elegir las acciones más adecuadas a su realidad productiva para sumar puntos y obtener la certificación. El estándar se compone de 156 acciones, clasificadas en niveles de complejidad (básico, inicial, intermedio, avanzado) y en función de su impacto en la sustentabilidad predial. Aquellos productores que ya cuentan con la certificación PABCO bovino A pueden iniciar con una base de 130 puntos. La certificación se otorga por uno, dos o tres años, dependiendo del puntaje total obtenido, y los productores reciben apoyo técnico durante el proceso de certificación. Además, se establece un sistema de auditorías y recertificación periódica para asegurar el cumplimiento continuo de las acciones implementadas.