El programa tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la región a través del financiamiento local de proyectos de cambio climático en los sectores de energía renovable, eficiencia energética y uso de la tierra. Los países involucrados son Chile, Ecuador, Panamá y Perú. La iniciativa busca superar barreras financieras y de conocimiento, ayudando a los actores locales, incluyendo pequeñas y medianas empresas (PYMEs) y proveedores de servicios tecnológicos, a acceder a financiamiento climático mediante líneas de crédito verdes y actividades de apoyo técnico y concienciación. El programa está compuesto por dos componentes principales. El primer componente se enfoca en ofrecer líneas de crédito verdes a instituciones financieras locales (LFIs) para financiar proyectos que contribuyan a la mitigación del cambio climático en sectores como energía renovable, eficiencia energética y uso de la tierra. El segundo componente se centra en proporcionar apoyo técnico y aumentar la conciencia sobre el cambio climático mediante capacitaciones, desarrollo de proyectos y creación de un entorno propicio para la implementación de estos proyectos. Asimismo, se promueve la participación de empresas lideradas por mujeres, fomentando la inclusión financiera. El objetivo final es lograr la mitigación de hasta 10,7 millones de toneladas de CO2 equivalente a lo largo de 20 años, mientras se promueve la sostenibilidad en el uso de la tierra y se impulsa el desarrollo económico local en los países participantes​

El programa Siembra por Chile 2024 es una iniciativa del gobierno chileno que busca fortalecer el desarrollo de la agricultura. Con un presupuesto inicial de $131 mil millones, el programa incluye fondos para cultivos tradicionales, restauración de bosque nativo, fortalecimiento de ferias y mercados campesinos, y créditos para agricultores. Además, se enfoca en la seguridad alimentaria, el apoyo a la agricultura familiar campesina, y la contención de la inflación en productos agrícolas.

El PRONAF tiene como objetivo promover el desarrollo sostenible de las zonas rurales, a través de acciones encaminadas a implementar el aumento de la capacidad productiva, la generación de empleos y el aumento de los ingresos, apuntando a mejorar la calidad de vida y el ejercicio de ciudadanía de los agricultores familiares. El programa apoya las actividades agrícolas y no agrícolas llevadas a cabo por agricultores familiares en el establecimiento o grupo rural urbano cercano y proporciona líneas de crédito adecuadas a las necesidades de los agricultores familiares.

El Programa de Empresariado Social (PES) del Banco Interamericano de Desarrollo es una iniciativa que apoya proyectos comunitarios de desarrollo económico y social. Los objetivos de estas iniciativas incluyen la capacitación laboral de jóvenes en riesgo social, servicios de agua potable en comunidades rurales, garantías alternativas para crédito agrícola, producción de biocombustibles, generación eléctrica con energía solar, fomento del espíritu empresarial en jóvenes técnicos y profesionales, y modernización de pequeños talleres industriales.

La Estrategia tiene como objetivo primordial fortalecer la resiliencia del sector agropecuario colombiano frente al cambio climático. Se estructura en torno a cinco líneas estratégicas que incluyen: la generación y uso de información agroclimática, la implementación de prácticas sostenibles, la mejora de la resiliencia frente a eventos climáticos extremos, la promoción de inversiones en desarrollo rural bajo en carbono, y la coordinación interinstitucional. Estas acciones buscan no solo minimizar la vulnerabilidad climática del sector, sino también mejorar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales​. Dentro de esta estrategia, se destaca el concepto de agricultura climáticamente inteligente, el cual se enfoca en prácticas agrícolas que aumentan la productividad de manera sostenible y contribuyen a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El plan enfatiza la importancia de técnicas adaptadas al contexto colombiano, como los sistemas silvopastoriles y el establecimiento de cultivos resistentes al clima.

La Estrategia de Agricultura se centra en la adaptación del sector agropecuario a los efectos del cambio climático. Desarrollada en coordinación con entidades como el MAPA, Embrapa e Inmet, la estrategia busca fortalecer el Programa de Agricultura de Baja Emisión de Carbono (ABC) mediante el acceso a información climática y tecnologías que permitan al sector agrícola mejorar su resiliencia. Los principales objetivos incluyen analizar vulnerabilidades, promover la transferencia de tecnología y fomentar la sostenibilidad en los sistemas de producción. Para mitigar estos riesgos, el programa propone varias acciones, entre ellas, el desarrollo del Centro de Inteligencia Climática de la Agricultura y un Sistema de Monitorización de Riesgos Agrícolas, que facilitarán la planificación y adaptación a cambios climáticos. Las directrices también destacan la importancia de políticas integradas que apoyen la diversificación de cultivos, la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de recursos hídricos, así como la necesidad de adaptar la infraestructura agrícola para asegurar la continuidad de la producción y la seguridad alimentaria del país.

Proyecto que busca contribuir a incrementar los activos, los ingresos y calidad de vida de la población-objetivo, mediante su inserción en forma sostenible en cadenas de valor a través de sus organizaciones sociales representativas, con visión de género y conservando el medio ambiente