La operación propuesta tiene como objetivo: Mejorar la productividad y competitividad de los pequeños productores de café socios de CAPUCAS, mediante la provisión de soluciones de financiamiento para: (i) la adopción de prácticas innovadoras de mitigación y adaptación climática en modelos de producción de café agroforestales (restauración de terrenos degradados, descarbonización y eficiencia energética e infraestructura) y (ii) actividades de pre y post cosecha.

El programa Asómbrate se enfoca en empoderar a pequeños productores de café y cacao en Perú, permitiéndoles generar ingresos adicionales mediante prácticas sostenibles que ayudan a mitigar el cambio climático. Este programa facilita la participación de casi 1,000 agricultores en el mercado de bonos de carbono a través de la plataforma Acorn. A través de sistemas agroforestales, se han capturado 9,517 toneladas de CO2 en 2,100 hectáreas de café, generando ingresos por S/ 839,453.63 para los productores. Lo novedoso de Asómbrate es su enfoque en el carbono capturado en fincas agroforestales, una alternativa a la típica conservación de bosques. Además de la venta de bonos de carbono, el programa ofrece capacitación y asistencia técnica para adoptar sistemas agroforestales más productivos y sostenibles. Este modelo, que incorpora especies de árboles maderables, no solo mejora la captura de carbono, sino que también diversifica los ingresos de los agricultores a través de la venta de madera.

El Proyecto de Agricultura Sostenible y Resiliente al Clima en Belice (CRESAP) tiene como objetivo aumentar la productividad agrícola y promover la adopción de prácticas agrícolas inteligentes frente al clima entre los agricultores. El proyecto se enfoca en abordar las vulnerabilidades del sector agrícola ante el cambio climático, promoviendo prácticas sostenibles que incrementen la resiliencia y la productividad. Además, CRESAP incluye un mecanismo para responder rápidamente ante crisis o emergencias. El proyecto está diseñado para apoyar a pequeños agricultores que están en transición hacia la producción comercial, al tiempo que también beneficia a granjas comerciales más grandes, con un enfoque particular en la adopción de técnicas de agricultura inteligente frente al clima. Los principales componentes del proyecto incluyen el fortalecimiento institucional, inversiones en agricultura inteligente frente al clima y la gestión y monitoreo del proyecto. El fortalecimiento institucional busca mejorar las capacidades de las instituciones agrícolas, como el Ministerio de Agricultura y el Servicio Meteorológico Nacional, así como la Autoridad de Salud Agrícola de Belice (BAHA). Esto incluye la mejora de los sistemas de gestión, el monitoreo agro-meteorológico y las prácticas sostenibles de control de plagas. El componente de inversiones en agricultura inteligente frente al clima financia tecnologías CSA a través de subvenciones para los agricultores, centrándose en mejorar la gestión del agua, promover el uso sostenible de la tierra y apoyar infraestructuras colectivas como sistemas de drenaje. CRESAP también pone énfasis en actividades de capacitación para instituciones financieras, asegurando que puedan apoyar iniciativas CSA. Estas actividades incluyen asistencia técnica y capacitación empresarial para los agricultores, con un enfoque en fomentar la participación de las mujeres agricultoras, abordando las brechas de género en el acceso a los recursos.

El Programa de Empresariado Social (PES) del Banco Interamericano de Desarrollo es una iniciativa que apoya proyectos comunitarios de desarrollo económico y social. Los objetivos de estas iniciativas incluyen la capacitación laboral de jóvenes en riesgo social, servicios de agua potable en comunidades rurales, garantías alternativas para crédito agrícola, producción de biocombustibles, generación eléctrica con energía solar, fomento del espíritu empresarial en jóvenes técnicos y profesionales, y modernización de pequeños talleres industriales.

La estrategia de agricultura climáticamente inteligente se centra en prácticas sostenibles como la conservación de suelos y la gestión de pastizales. La política de conservación de suelos utiliza siembra directa y un plan nacional que reduce la erosión hasta en un 80%, alineándose con el objetivo de intensificar la producción de manera sostenible. Esta estrategia busca un triple triunfo: aumentar la productividad, mejorar la resiliencia frente al cambio climático y disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, abordando los desafíos de sostenibilidad en la producción agropecuaria. Además, la gestión eficiente del agua es un pilar fundamental de la estrategia. El MGAP promueve el riego suplementario y la construcción de reservas hídricas, respaldado por modificaciones legales e incentivos para un uso responsable del agua en la agricultura. Estas medidas están diseñadas para reducir la vulnerabilidad de los sistemas de producción ante la variabilidad climática y optimizar el recurso hídrico, garantizando así una producción agrícola resiliente y sostenible en el contexto de cambio climático.

La Estrategia tiene como objetivo primordial fortalecer la resiliencia del sector agropecuario colombiano frente al cambio climático. Se estructura en torno a cinco líneas estratégicas que incluyen: la generación y uso de información agroclimática, la implementación de prácticas sostenibles, la mejora de la resiliencia frente a eventos climáticos extremos, la promoción de inversiones en desarrollo rural bajo en carbono, y la coordinación interinstitucional. Estas acciones buscan no solo minimizar la vulnerabilidad climática del sector, sino también mejorar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible de las comunidades rurales​. Dentro de esta estrategia, se destaca el concepto de agricultura climáticamente inteligente, el cual se enfoca en prácticas agrícolas que aumentan la productividad de manera sostenible y contribuyen a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El plan enfatiza la importancia de técnicas adaptadas al contexto colombiano, como los sistemas silvopastoriles y el establecimiento de cultivos resistentes al clima.

El objetivo de esta operación de cooperación técnica es mejorar las prácticas de uso de la tierra y la gestión forestal de los productores rurales en los biomas de la Amazonía y el Bosque Atlántico, con el fin de promover un desarrollo rural sostenible, de bajas emisiones de carbono, que contribuya a la reducción de la pobreza, la conservación de la biodiversidad y la protección del clima. Para alcanzar estos objetivos, se brindará asistencia financiera y técnica a pequeños y medianos productores rurales, facilitando su acceso a las líneas de crédito rural del Programa ABC. La focalización en este grupo se justifica por las dificultades que enfrentan para acceder a información relevante, los mayores costos de transacción y las barreras en la obtención de créditos, además de los beneficios sociales que su inclusión genera.

El objetivo principal del proyecto fue aumentar la capacidad adaptativa y la resiliencia de los pequeños productores agropecuarios familiares ante los impactos del cambio climático y su variabilidad, especialmente frente a eventos hidrometeorológicos intensos como sequías e inundaciones. Los objetivos específicos incluyeron: aumentar la resiliencia de estos productores en el noreste, fortalecer los sistemas de monitoreo hidrometeorológicos y agroproductivos para mejorar la capacidad institucional en la evaluación de cambios climáticos y sus impactos, y fortalecer la capacidad institucional en todos los niveles para la toma de decisiones y gestión de medidas de adaptación al cambio climático en el norte argentino. La estrategia del proyecto se centró en fomentar la gestión integral y la participación activa de todos los actores claves, incluyendo a los beneficiarios, a través de un enfoque interinstitucional durante todo el ciclo de implementación.

El principal objetivo del proyecto es contribuir a incrementar los ingresos y la calidad de vida de los agricultores familiares y la población rural pobre mediante su inclusión en las cadenas de valor, con una base sostenible y prestando particular atención a las cuestiones ambientales y de género, mediante organizaciones sociales representativas.